Que haya más calor en el mundo no es coincidencia. La acentuación del efecto invernadero tiene su base en todas las cosas que la humanidad ha hecho mal al atentar contra el mismo ambiente. O que ha ignorado a pesar de las señales de alarma.
Y ya comienza a cobrar víctimas las más recientes olas de calor, aumentando la temperatura de regiones que nunca antes habían experimentado demasiado calor. De la misma forma, la naturaleza comienza a agravarse. Con ella, algo que a la humanidad le encanta: la cerveza.
Ahora los bebedores de cerveza tienen un motivo para preocuparse por el calentamiento global. Su elixir predilecto está en riesgo, y todo por culpa de las recientes olas de calor. En un estudio publicado en la revista Nature, se expone esta problemática.
Puedes leer: Activan comisión mixta de Informática Judicial de Andalucía
Más calor, menos cultivos, menos cebada, y menos cerveza
Investigadores de la Universidad de California-Irvine han analizado los efectos de que haya más calor, de las sequías y las recientes olas de calor; todo esto en conjunto con el calentamiento global.
Según sus conclusiones, no falta mucho para que esto genere una caída notable en la producción mundial de cebada. La que sabemos, es el ingrediente del cual parte toda cerveza. Esto generaría, a su vez, una reducción de la bebida alcohólica; lo que tal vez afecte de inmediato su precio y disponibilidad.
Se estima que pudiera haber un descenso en el número de cebada en los cultivos alrededor del mundo de hasta un 17%. Los países con mayor producción se verán afectados por igual. Esto incluye a Australia, varios países europeos e incluso Canadá. La reducción de la cerveza también hará que su costo, antes nimio, sea de verdad elevado.
Un 17% menos de cebada equipara la cifra de cerveza que se consume en todo Estados Unidos. El impacto del calor sobre el clima también afectará los bolsillos de aquellos aficionados a la bebida.
Lo más probable es que la cantidad de cebada cosechada se dirija en su mayoría a la prioridad; el alimento del ganado. La otra pequeña parte que se dedica a la cerveza, bajaría a niveles en donde quizá los países menos privilegiados dejen de tener acceso a la bebida.
Las señales son claras: el cambio ambiental empujado por la contaminación global comienza a manifestarse de maneras que afectan a la humanidad. Si bien, comparado con otros recursos, la cerveza carece de importancia, podría ser el inicio una baja de producción en cultivos a nivel general que sí que se debería de tener en cuenta. La destrucción y contaminación de la mano del hombre, sin dudas, debe de parar.
Fuente: Nature
También te puede interesar:
Los robots se vislumbran más como aliados y no como enemigos
