La entomóloga Miriam Rothschild nació un 5 de agosto de 1908. Con una formación autodidacta, fue una experta en pulgas. Desde los 15 años, tras la muerte de su más cercano y querido mentor; sería su tío Walter quien encaminó la simpatía de la joven Rothschild por la historia natural, la parasitología, la zoología y la ciencia en general.
Su formación académica se limitó a unas clases nocturnas en Zoología en la Escuela Politécnica de Chelsea, Londres, entre 1928 y 1933.
Fue la primera persona en comprender el mecanismo de salto de la pulga. Estos insectos poseen en la articulación de la cadera una sustancia gomosa que les admite saltar con una única aceleración.
Asimismo, analizo el ciclo reproductivo de las pulgas. Relacionándolo con los cambios hormonales dentro del huésped (esta indagación la efectuó con conejos). Escribió aproximadamente 350 artículos sobre entomología, zoología y otros temas.
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Miriam Rothschild, a quien los investigadores británicos bautizaron con orgullo y afecto Reina de las Pulgas
Fue una autoridad a nivel mundial en insectos parásitos y, específicamente, en las pulgas.
Miriam heredó de su padre, Nathaniel Charles, y de su tío Walter el afecto por la ciencia y la naturaleza. Publicó más de 300 instrumentos de investigación y una cadena de libros científicos y divulgativos en solitario o junto con otros científicos.
Identificó la pulga del conejo estableciendo que el mamífero roedor controla el ciclo reproductivo del parásito. Igualmente, gracias a ella se determinó que las pulgas poseen en la articulación de la cadera de una especie de sustancia gomosa que les accede saltar con una maravillosa aceleración.
Las universidades de Oxford y Cambridge honraron a Miriam Rothschild con ocho títulos honoris causa y la prestigiosa Royal Society la acogió en su seno en 1985.
Formó parte del patronato del Museo de Historia Natural, en Londres. Y fue la única mujer miembro del restringido Club Entomológico de Gran Bretaña por 20 veinte años. Custodió la Sociedad para la Promoción de Reservas Naturales; instituida por su padre, y trabajo como vicepresidenta de su sucesora, la Real Sociedad para la Conservación de la Naturaleza.
