Recalce de cimentaciones: Una solución para la estabilidad estructural 

Recalce de cimentaciones

En el campo de la ingeniería civil y la edificación, uno de los aspectos fundamentales para garantizar la durabilidad y seguridad de una estructura es el correcto diseño y ejecución de las cimentaciones. Sin embargo, en ocasiones nos encontramos con situaciones en las que estas cimentaciones no cumplen con los requisitos necesarios para soportar las cargas o presentan deficiencias que podrían comprometer la estabilidad del edificio. Es en estos casos donde el recalce de cimentaciones se convierte en una solución efectiva y necesaria. En este artículo, exploraremos en detalle qué es el recalce de cimentaciones, para qué sirve, cuándo debe realizarse y qué tipos existen. 

Definición y objetivo del recalce de cimentaciones 

El recalce de cimentaciones puede definirse como el conjunto de técnicas y procedimientos utilizados para reforzar o estabilizar una cimentación existente que no cumple con los estándares de resistencia o sufre problemas de asentamiento diferencial. El objetivo principal de esta técnica es restaurar la capacidad de carga y mejorar la estabilidad de la estructura sin necesidad de demoler y reconstruir por completo la cimentación. 

¿Cuándo se debe realizar el recalce de cimentaciones? 

La necesidad de realizar un recalce de cimentaciones puede surgir por diversas razones. En primer lugar, puede ser necesario cuando se presentan deformaciones o asentamientos diferenciales que provocan la aparición de grietas en las estructuras, lo cual indica una falta de estabilidad. Además, se requiere el recalce cuando se tiene conocimiento de que las cargas aplicadas sobre la cimentación exceden su capacidad de resistencia o cuando se planea añadir nuevos niveles a la estructura existente. 

Tipos de recalces de cimentaciones 

Existen diferentes técnicas para llevar a cabo el recalce de cimentaciones, las cuales deben ser seleccionadas en función de las características de cada proyecto y las necesidades específicas. A continuación, se describen brevemente algunos de los tipos más comunes: 

  1. Recalce mediante micropilotes: esta técnica consiste en la instalación de pilotes de pequeño diámetro a través de la cimentación existente. Los micropilotes de hinca son capaces de transferir las cargas de la estructura hacia capas de suelo más resistentes, lo que permite aumentar la capacidad portante de la cimentación.
  2. Recalce mediante inyecciones de resinas expansivas: en este caso, se inyecta un material líquido o cementante en el terreno circundante a la cimentación para mejorar sus características y aumentar su resistencia. Esta técnica es especialmente útil en suelos poco cohesivos o con baja capacidad portante.
  3. Recalce mediante recrecido de la cimentación: consiste en aumentar las dimensiones y el área de apoyo mediante la ejecución de elementos de hormigón armado adosados y conectados a la cimentación original. Esta técnica es utilizada cuando la cimentación original es insuficiente para soportar las cargas actuales o futuras.

El recalce de cimentaciones es una técnica fundamental en la ingeniería civil y la edificación para garantizar la estabilidad y durabilidad de una estructura. A través de diferentes métodos es posible reforzar una cimentación existente y mejorar su capacidad de carga. Es importante destacar que el recalce debe ser realizado por profesionales altamente capacitados, quienes evaluarán cuidadosamente la situación y seleccionarán la técnica más adecuada para cada caso. Si se detectan problemas en la cimentación de una estructura, es fundamental actuar a tiempo y recurrir al recalce como solución efectiva y segura.