Cuando la actividad solar en todo el sistema planetario es reducida, su campo magnético se torna débil. Esto conlleva a que la estrella deje de tener suficiente capacidad para retener el plasma que se encuentra en su superficie. En función a ello, las corrientes de partículas desprendidas del sol comienzan a incrementarse, produciéndose lo que se conoce como una tormenta solar.
La tierra puede verse involucrada en esto, al atravesar las furiosas corrientes en su transición natural cerca del sol. Y justamente esto ocurrirá a finales de agosto, según presumen los miembros del Laboratorio de Astronomía de Rayos X del Sol en Rusia.
Según sus estudios realizados cuidadosamente, han determinado que para el 20 de agosto se producirá una tormenta solar. La tierra podrá verse afectada por la misma, aunque no genera demasiada preocupación al respecto. Según los astrónomos rusos, la tormenta poseerá una magnitud de G1, siendo la medida más débil en esta escala.
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Una tormenta solar que podría pasar sin pena ni gloria cerca de la tierra
Dado que se trata de un evento muy débil, no se esperan demasiadas anomalías. Al menos ninguna que conlleve a circunstancias preocupantes dentro del planeta. Los científicos se han encargado de difundir algunos de los cambios que se podrían notar durante el fenómeno: interferencias en algunos sistemas de energía, anomalías en los satélites y su funcionamiento, así como una posible alteración en las aves migratorias.
Algunas personas también podrían verse afectadas. Especialmente las que sean sensibles a las tormentas geomagnéticas. Algunos síntomas causados por la tormenta solar son dolores de cabeza, agotamiento, ansiedad, irritabilidad y nerviosismo. La aparición de auroras boreales también es esperable para quienes vivan en una altitud mayor a los 60 grados.
Se esperan otros eventos menos impactantes que una tormenta solar como la que vendrá este 20 de agosto. Los expertos señalan que durante los días 17 y 21 de agosto también sucederán perturbaciones dentro del campo magnético. Sin embargo, dada su insignificancia en poder, no llegarán siquiera a la categoría G1, ni serán reconocidas como posibles amenazas.
¿Te estás preparando para este evento?
Fuente: Phys
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