El búho apreciado como uno de los animales más sabios. Sin embargo, también es uno de los más sigilosos. Quizá sea por esta razón que el mundo de la ciencia haya observado su forma particular de volar. Y también se ha fijado en la fisionomía de sus alas para emplearlos al sector de las energías renovables.
Concretamente, intelectuales de distintas universidades están examinando la vibración del vuelo de los búhos para emplearlo a las turbinas eólicas de los aerogeneradores. Los búhos, cuando persiguen a su presa, son idóneos actuando en silencio para no espantar a sus cazas. Esto lo logran a través de la eliminación del sonido del aleteo que minimizan a frecuencias de sonido por encima de 1,6 kilohercios.
Un grupo de investigadores de las universidades de Lehigh, Virginia Tech, la Florida Atlantic University y la Universidad de Cambridge, han simulado este modelo natural. Y han conseguido imprimir un ala de apego en 3D. Este minimiza el ruido de una turbina eólica a tan solo 10 decibelios. Claro, sin que eso perturbe al rendimiento ni a la aerodinámica.
Las estupendas alas del Búho
Los resultados de las investigaciones han determinado que la clave que permite que estos animales sean tan silenciosos es el área aterciopelada de las alas. Que están revestidas por unos pelos de estructura magnífica. Esta es, impenetrable y con forma de púas conectadas por sus puntas.
Simular esto en las paletas de un aerogenerador logra ser útil, no solamente para convertir los parques eólicos más sigiloso, sino además para minimizar la rugosidad y el sonido de arrastre de los generadores.
La energía eólica lleva años progresando, pero la realidad es que los aerogeneradores siguen ocasionando incontable ruido y estremecimientos. Por ello, este recubrimiento que la naturaleza ha resuelto exponer, el futuro de la eólica conseguiría transformarse absolutamente. No obstante, el estudio precisa aún ser perfeccionado, pero podría llegar a emplearse inclusive en aviones.
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